Es nuestro grito de guerra.
Como todos ellos, es simple, corto y fácil de recordar.
Al pronunciarlo, somos capaces de enfrentarnos al enemigo con fuerza y sin miedo
Conmigo, tiene gran efecto en lides como éstas:
-Entrar y salir de la bañera.
-Subir y bajar escaleras, en especial cuando estoy con mucho sueño o muy cansada.
-Caminar por aceras rotas, con agujeros, con acusados y desiguales desniveles, levantadas...
-Cruzar semáforos que apenas te dan tiempo.
De seguir así, en poco tiempo me veo de saltimbanqui. Gracias por pronunciarlo aquel día en que lo descubrimos, cariño.
Esta tarde iniciamos otra batalla, creo que nuestro grito nos ayudará. ¡Vamos, Mari!
LA OTRA MITAD DEJARÁ DE ESTAR Y DE SER QUEMADA
Hace 4 años
1 comentario:
Contigo es fácil ganar todas las batallas, con tu fuerza y tu energía.
La de este finde fue genial y seguiremos.
Vamos Mari!
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