Tuve la ITV y sucedió lo inesperado: tengo que volver a pasar por el quirófano. Ahora la espada de Damocles está aún más afilada y sigo sintiendo miedo. Es la cuarta intervención a la que me enfrento. Pero esta vez tengo una compañía que no tuve las ocasiones anteriores. Me acompaña la persona que amo, que me llena de fuerzas y esperanza. ¡Nos queda tanto por hacer!
La esperanza amortigua al miedo. Creo en ti, en mí, en nuestra capacidad para salir adelante. Esto me hace sentir esperanza, tener la confianza de que en el futuro irán mejor las cosas.
Amig@s, acordaos de mí el martes por la mañana. Os pido un minuto de vuestro tiempo. Gracias.
LA OTRA MITAD DEJARÁ DE ESTAR Y DE SER QUEMADA
Hace 4 años
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