Lo hemos dicho muchas veces de los hombres: "Chico, lo que importa es la calidad, no la cantlidad". Pues apliquémonos el cuento en nuestra vida. Buena vida, buena mejor que larga. Habría que cambiar ese deseo de "larga vida" por el de "buena vida."
Como dijo Martin L. King, ese gran luchador por los derechos de las personas negras, "No importa cuánto se viva, sino cómo se viva". ¿Para qué vivir cien años amargá? Quita, quita. Me conformo con muchos menos, pero feliz de estar entre personas a las que quiero y me quieren.
Como dijo Martin L. King, ese gran luchador por los derechos de las personas negras, "No importa cuánto se viva, sino cómo se viva". ¿Para qué vivir cien años amargá? Quita, quita. Me conformo con muchos menos, pero feliz de estar entre personas a las que quiero y me quieren.
Porque, si pensamos bien, lo que nos hace ser exultante, rabiosa y envidiosamentemente felices no es la salud ni el dinero, es el amor. El amor nos hace vivir intensamente. Entonces, desear buena vida es desear una vida llena de amor, aunque sea corta (¿qué es eso de corto-largo?)
No importa cuánto se viva, sino la manera.
No importa cuánto se viva, sino la manera.
Darle una hostia al cabrón del jefe, coger la puerta y no volver más... qué placer :)
3 comentarios:
desde luego
"buena vida"
Nusita sabe muuuuchooo.
En esas estoy, contando espumitas, apartada y tranquila, buscando ese cacho de felicidad aunque dure poquito, lo que tarda en ir y volver aquella ola atlántica.
Gracias por visitarme, desde un retiro gozoso y calmo te saludo, amiga mía.
iTxaro, Natalí, gracias por venir. Y buena vida a las dos...
iRxaro, esto es pan comido :)
Natalí, lo tuyo es de sibarita total... felicidades :)
Gracias de nuevo :)
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