viernes, 20 de enero de 2012

Y después, alemán

No quisiera morir sin leer, en su propia lengua, gracias a Gutenberg, algo de Goethe, Günter Grass, Bertold Brech, Rilke, Thomas Mann, Michael Ende, Nietzche, Kant o Schiller, a quien tanta vida dio Beethoven...

¡La lengua de Angela Merkel me llama!

martes, 17 de enero de 2012