viernes, 5 de septiembre de 2008

Contra el rencor, el perdón. Sí, ¿pero cómo?

Llevo un tiempo dándole vueltas a las ideas de rencor y perdón. Porque siento rencor hacia alguien que me hizo mucho daño.

Por José Antonio Marina, un filósofo estudioso de los sentimientos, me enteré de que el rencor es una furia contenida, un enfado que dura mucho tiempo y se enrancia (rencor y rancio tienen la misma etimología). Leer eso me iluminó: sí, justo eso es lo que siento, pero... ¿cómo liberarme de este sentimiento tan molesto? Porque ya lo que siento son deseos de acabar con el sentimiento de rencor.

Recordaba otro libro, de Walter Riso, un psiocólogo clínico, profesor de terapia cognitiva, en el que leí hace tiempo algo sobre esto que escribo. No he podido acceder a él hasta hoy. He aquí un resumen:
1) Perdonar es extinguir el rencor, negarse a que el resentimiento eche raíces. Eso es lo que quiero.
2) Para perdonar se han de cumplir unas condiciones:
-Sólo puede perdonar la víctima, la persona agredida: Eso ya lo sabía. Pero, dada la tardanza, he llegado a preguntarme si la víctima no sería la persona agresora.
-El perdón requiere tiempo: Menos mal, esto me tranquiliza... Sí, cóntrales, pero... ¿años?
-El perdón sólo se justifica si existe rencor u odio: Cumplo esta condición.
-El arrepentimiento del ofensor facilita el perdón, pero no es condición necesaria: En mi caso, la persona ofensora se ha arrepentido a su manera (sin pedirme perdón), y, yo, ni flowers de perdonar.

3) El psicólogo nos describe varios caminos para conseguir perdonar:

-El camino del amor: el amor desinteresado no alberga rencor, es un antídoto anti-rencor. El problema es que no podemos producir amor a voluntad.
-El camino de la compasión: ver sufrir a la otra persona, compadecerse de ella, ayuda a perdonar.
-El camino de la comprensión: comprender a la otra persona, ponerse en su lugar, ayuda a perdonar.
-El camino del desgaste: El desgaste que provoca el rencor es tal, que la persona decide perdonar para sobrevivir (Manda güevos, por el desgaste estoy así y no lo consigo, jo).
-El camino de la comparación: compararnos con el ofensor, comprender las similitudes ofensor-ofendido ayuda a perdonar.

El caso es que lo he intentado todo, y no hay forma. Quizá sea cuestión de tiempo... o hasta puede ser que no sea precisamente rencor lo que siento... ¿Alguien sabe sobre esto?

2 comentarios:

Gurb dijo...

Algunas pistas Nusa sobre pensamientos en los que se vieron inmersos otros y algunas conclusiones de esos pensamientos:


La vida es demasiado corta para dar satisfacción al rencor
Pierre A. C. Beaumarchais.

Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga. Victor Hugo

Cuando odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti mismo. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta. Hermann Hesse

Nusa dijo...

Gracias, amigo. Las conclusiones de gente tan sabia llevan a formular otras preguntas:
-¿Será que el corazón es demasiado pequeño?
-¿Qué similitudes guardan con nosotr@s las personas hacia las que sentimos rencor u odio?

¡Besos restallaos!