martes, 6 de enero de 2009

Cada mochuelo a su olivo

Hoy, día de Reyes, terminan muchas personas sus vacaciones. Es el momento de volver a la tarea, al trabajo, pues se acabó la fiesta y cada cual regresa a lo suyo, su casa, su quehacer, su sitio.
Resulta duro volver tras unos días de descanso, en todas las lenguas existen expresiones que intentan invitar a volver con el mayor regocijo posible, o a que lo tomemos como nuestro sino, como algo inevitable, como ésta en castellano.
Mi hermana, gran enamorada de Brasil y su cultura, me ha regalado esta expresión:
"Cada macaco no seu galho". (Macaco=mono; galho=rama de árbol).

Sólo son dos ejemplos, pero en los dos:
1.- Se nos compara con animales. (¿Se nos hace ver así que no debemos olvidar nuestra condición animal?).
2.- Se nos manda a nuestro árbol, bien anclado en la tierra, como todo árbol que se precie. (¿Se nos hace ver así que ya está bien de desmelenarse, que hay que poner los pies en el suelo y que debemos volver al lugar en donde hemos echado raíces?).
3.- Los dos animales andan por las ramas. (Menos mal que en esto las expresiones populares nos conceden un poco de licencia para, todavía, a pesar de que se han acabado las vacaciones, nos podamos detener en lo que menos importa, que en eso consiste andarse por las ramas).

¿Será que, por la dureza del cambio, la sabiduría popular hace la vista gorda? (como los ojos de un mochuelo). Por si acaso no es así y estoy confundida, mi consejo es que vayamos al grano y no nos andemos por las ramas, por muy mochuelos o macacos que nos consideremos je.

Dejo una pregunta para quien sepa sobre esto:
¿Habrá en otras lenguas expresiones parecidas?

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