martes, 20 de enero de 2009

El discreto encanto de la hipocresía

No nos tragamos. Hace cinco años que nos conocemos, y ya sabemos de qué pata cojea cada una. Hoy las dos nos hemos colocado nuestra máscara buenista y hemos hablado de todo con sonrisas
Muy hipócritas, sí, muy representando nuestro papel, pero ninguna se ha quedado con ese mal sabor de boca de otras coordinaciones.
Me da risa ahora que lo recuerdo: diciéndonos verdades como puños, pero, eso sí, con una sonrisa en la boca. Ni sé cómo no nos hemos carcajeado, porque estoy segura de que también ella se estaba dando cuenta del juego.
Se presenta divertido el resto del curso en El gran teatro del Mundo jajaja.

No hay comentarios: