sábado, 3 de abril de 2010

Tiempo de llorar

La tristeza es un sentimiento que desde siempre se ha juzgado como negativo y más en nuestros días, que se experimenta como consecuencia de no haber alcanzado el sueño que se albergaba. Sin embargo, también puede tener su lado positivo, puede ser fértil en el plano de la creación. ¿Cuántas obras de arte no se deben a la vivencia de este sentimiento? La serie negra de Goya, muchas obras de Frida Kahlo, la Novena sinfonía de Beethoven... En música, pintura, literatura, teatro y cine podemos encontrar ejemplos del poder creativo de los sentimientos "negativos".




La tristeza también es bonita ¿no creéis?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Será por eso que la creación artística de nuestros días, al menos la que se ve, la subvencionada por los poderes públicos, difiere mucho de la idea que yo tengo de lo que es arte, tal vez porque vivimos en la era del prozac y del diazepan, en la era de la mediocridad institucionalizada.

Nusa dijo...

Querdido/a interlocutor/a anónimo/a:

El creciente consuno de fármacos antidepresivos y ansiolíticos como los que nombras disminuyen la vivencia de ese sentimiento creativo, sí. Esa quizá puede ser una causa de la baja calidad del arte de nuestro día.
La otra, que tú apuntas también, es el intervencionismo de las instituciones en la creación artística mediante subvenciones o regalos tipo SGAE. Da la impresión de que a las instituciones puúblicas les importa más la cantidad (que se cree, que se cree mucho) que la calidad.
Se reduce así al artista a un mero productor de obras (buenas o malas, qué más da, lo que importa es que se produzca), interesado sólo en sacar algo (aunque sea repetitivo) para conseguir una nueva subvención, desvirtuándose así la concepción de arte que creo que compartimos, arte como expresión de una visión personal y desinteresada de lo existente. Y obteniéndose por todo ello un resultado mediocre.
Quizá haya más factores que influyan en la mediocridad del arte actual, como la escasa exigencia de un público poco formado en arte y que se conforma con lo que le echen, sin capacidad de crítica, también adormecido por fármacos y subvenciones

Gracias por tu aportación :)